Ferreira dijo que anteriormente se hacía un reajuste salarial por año, cuando los precios de los productos básicos subían en un 10% en ese periodo. En esta ocasión el último ajuste se hizo en el 2014: pasaron casi 3 años y la inflación está recién en el 7,2%.
La actual ley se mantiene en la postura del reajuste cuando la inflación supera el 10%, pero hoy se tarda mucho en alcanzar el porcentaje. “Trascurre demasiado tiempo entre un ajuste y otro, eso no permite que el trabajador recupere el valor adquisitivo que perdió”, dijo Amílcar, mostrándose a favor de un pequeño reajuste por año.
“Realmente va a ser lo mismo, sería del 3 o 4%, mientras que en la metodología actual se hace cada tres años aproximadamente pero del 10% de una sola vez”, explicó.
Redondeó la idea afirmando que para el sector empresarial resultará más accesible realizar un pequeño reajuste cada año, que absorber un ajuste del 10% cada tres años. “Va a ser más factible que las empresas absorban el pequeño aumento del 3% sin que eso se traslade a un aumento de precios”, señaló.
Por otra parte criticó los múltiples aguinaldos que cobran funcionarios de grandes entidades públicas. “Hubo instituciones que tuvieron 5 aguinaldos por año”, “Es un abuso”, dijo.