“Tenemos que dar una atención particular a los extranjeros, de la misma forma que a las viudas, los huérfanos y todos aquellos que son rechazados”, aseguró el pontífice durante la misa celebrada hoy en la Plaza de San Pedro.
En la 105ª edición de esta jornada mundial, el Papa inauguró en la mítica plaza del Vaticano una escultura en homenaje a los migrantes.
“No son solo extranjeros, se trata de todos los habitantes de las periferias existenciales que, como los migrantes y los refugiados, son víctimas de la cultura del despojo humano”, afirmó.
Tras su designación como Papa en 2013, Francisco ha defendido en múltiples ocasiones la necesidad de acoger de forma digna a los refugiados y migrantes. A finales de julio, pidió a la comunidad internacional que actúe “con celeridad y decisión” para evitar nuevas tragedias en el Mar Mediterráneo, lugar de cuantiosas muertes de migrantes, sobre todo africanos, que huyen del hambre y las guerras.
Con información de Deustche Welle, AFP y EFE.