Francisco De Vargas comentó que aparentemente los delincuentes manejaban los datos de que se habían vendido animales vacunos de la estancia San Francisco, donde ocurrió el secuestro. Según los datos, los malvivientes llegaron hasta la propiedad exigiendo el dinero por la venta (que no ocurrió) y ante la negativa se llevaron al ganadero.
“Todos coinciden en que fueron dos personas”, dijo el ministro, quien agregó que los mismos portaban armas largas. De Vargas negó la existencia de un panfleto y que haya existido un pedido de rescate. Sí, se pidió plata, pero antes de concretar el secuestro según sus expresiones.
No se descarta aún la participación del autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), debido a que existen “una veintena” de delincuentes en la zona que se dedican a cometer atracos bajo el rótulo del “EPP”, pero en este caso los secuestradores tampoco se identificaron como miembros de una agrupación.