“La verdad que estoy muy contento con el momento que estoy pasando, la ansiedad estaba a mil, era nada más y nada menos que una final de Copa Libertadores” sostuvo Piris Da Motta, quien tuvo su paso por Rubio Ñú y Olimpia de nuestro país y San Lorenzo de Almagro en Argentina.
Más adelante señaló que “siempre me tocó entrar, de titular o suplente, pero siempre pude formar parte del equipo y es algo demasiado bueno” al tiempo de expresar que “Jorge Jesús el técnico me pide que me pare frente a los volantes”.
Fue un partido parejo pero sostuvo que “el objetivo era claro, no paramos hasta el pitazo final, más allá de que en el minuto 43, ya perdí las esperanzas de no ingresar, pero el técnico me envió a calentar para entrar y allí cambió todo”.
AGRADECIDO. No olvida sus raíces. Es por eso que dijo “solo nosotros sabemos todo lo que nos costó llegar a donde estamos, mi mamá estuvo presente en la final” añadió Piris, quien siempre tuvo presente a Paraguay y en la final no fue la excepción, porque “un hincha con la camiseta de Olimpia me dió una bandera paraguaya para poder ponérmela en el hombro”.
ANECDOTA I: Se habla mucho de que en las finales no se debe tocar la Copa previo a un partido definitorio, y en el vestuario “a Gabigol casi le arrancaron la cabeza porque la tocó, y en ese sentido Rafinha y Filipe Luis que son muy cabaleros, son los que más se enojaron”.
ANECDOTA II: “Gabigol es muy inquieto, todo el tiempo hace bromas dijo Piris, pero fue Rafinha el que le dijo en un momento “que me quite los botines de color plata, porque es un color para segundos”.
Una nota rica en contenido. Con toques de humor y mucho fútbol. Con la clase de quien pasa a formar la galería de paraguayos campeones de América militando en el exterior. Y dejando en claro que no siempre “la oveja negra” de la familia sale mal.