El juez del caso, Gustavo Amarilla, declaró a Bower “litigante de mala fe”, respaldándose en el Código Procesal Penal y el Código de Organización Judicial. En este orden, explicó que ambas normativas establecen sanciones disciplinarias a las partes en caso de que compruebe que una de ellas se encuentre litigando de mala fe o haciendo ejercicio abusivo del derecho de recursos.
Indicó que se escuchó previamente a los alegatos de la defensa y que luego se dispuso el arresto disciplinario de Bower en la sala de retén del Palacio de Justicia por 48 horas.
El magistrado aclaró que el acusado permanecerá bajo arresto hasta que quede firme su resolución.
Señaló que a Bower, en los 17 años que lleva su proceso, nunca se le ha impuesto medidas. Sobre el punto, dijo que esto se produjo porque los jueces anteriores nunca lo convocaron a audiencia.
Los actos de tortura por los que Bower se encuentra acusado se realizaron entre el 18 y 19 de mayo del año 2000 a policías, por una sublevación de los uniformados contra el cuestionado gobierno del presidente de la República de entonces, Luis Ángel González Macchi.
El juez Amarilla indicó que, por el caso, Bower se expone a una expectativa de pena de al menos 5 años de prisión por el hecho punible de tortura, aclarando que este castigo no tiene tope.