La ONU consideró “casi inexistente” la capacidad de Libia para impedir el tráfico interno de armas y propuso un endurecimiento del embargo contra esos instrumentos de muerte pese a las demandas del gobierno local de que sea flexibilizado para que pueda defenderse ante el caos que persiste en el país.
En un informe elaborado por un grupo de expertos, la ONU recomendó la creación de una fuerza de vigilancia marítima que ayude al gobierno de Libia a impedir tanto el contrabando de armas al interior como las ventas ilegales de crudo libio al exterior.
La comunidad internacional ha expresado su alarma ante el reciente surgimiento en Libia de combatientes afiliados al grupo Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés). Libia, un país del norte de Africa, está dividido entre dos gobiernos rivales y diversos grupos paramilitares.
Sin embargo, Estados Unidos y otras naciones han manifestado preocupación de que cualquier arma suministrada al frágil gobierno libio, que tiene el apoyo de Occidente, caiga en las manos equivocadas.
Integrantes de las milicias del Estado Islámico planean utilizar Libia como base para la guerra que tienen planeada desatar en el sur de Europa, según revelaron cartas escritas por yihadistas citadas por el periódico inglés Daily Telegraph.
Su proyecto implica “inundar” el país norafricano con milicianos de Siria e Irak, que luego cruzarán el Mediterráneo haciéndose pasar por migrantes en las barcazas que transportan cientos de personas día a día, especialmente hacia el sur de Italia.
Por esta razón, el Gobierno de la península ha alertado que “al mundo se le está acabando el tiempo para darse cuenta de la amenaza que representa ISIS en Libia”. En una declaración ante el Parlamento, el ministro de Relaciones Exteriores Paolo Gentiloni advirtió que hay un “evidente riesgo” de que se forje una alianza entre yihadistas libios y el grupo originado en Irak.
Las misivas reveladas por Quilliam, un grupo antiextremista del Reino Unido, son atribuidas a Abu Arhim al Libim, un propagandista de ISIS que usa ese alias y actuaría como uno de los principales reclutas online que busca yihadistas para ocupar Libia.
El país tiene potencial para este tipo de experimento, ya que su endeble seguridad ha colapsado rápidamente en los albores de la revolución que derrocó al coronel Muammar Khadafi en 2011. Tal como advierte el funcionario italiano, ya hay células de ISIS muy activas en diversas regiones de Libia.
Lo demuestra la decapitación de 21 cristianos coptos, de nacionalidad egipcia, y su difusión a través del aparato de propaganda del ISIS, que ha establecido así el nuevo frente de batalla de manera “formal”.
Entre las declaraciones que se destacan de ese brutal video, está la del yihadista que señala con su pulgar hacia el norte: “Vamos a conquistar Roma por la gracia de Alá”.
Para Al Libim, Libia es un terreno inmensamente fértil. Se relame pensando en capturar el vasto arsenal que Khadafi perdió a manos de los rebeldes al finalizar su reinado. Según el Daily Telegraph, muchas de esas armas son británicas, provistas durante los últimos años de su gobierno, cuando era visto como un aliado antiterrorista