Luego de tres años, un superclásico volvió a tener el clima de una gran final, pese a no ser tal. El último episodio se tuvo en el Apertura 2012 (con victoria de Cerro Porteño). El de este domingo no es definitorio pero sí decisivo.
La hinchada hizo su parte en las gradas llenando de pasión y color. Las 28.400 boletas que se pusieron a la venta se agotaron y se registró un ingreso de G. 1.460 millones. Y sobre el verde césped, la historia quedó a cargo de los protagonistas principales: Cerro Porteño y Olimpia.
El cotejo arrancó con imprecisiones, producto de la tensión que generó el partido. Las acciones se centraron en el mediocampo donde las faltas sobraron. Olimpia, levemente superior. Un disparo de Miguel Paniagua a los 9?, que pegó en el poste derecho de Cristian Álvarez, tras un centro de Claudio Vargas, fue el augurio del gol decano que llegó dos minutos después también de pelota quieta.
Vargas, de buena pegada, tomó el balón en tres cuartos de cancha para hacer el envío. Álvarez se confió y trató de adivinar el destino del centro; el balón lo sobrepasó y se introdujo al fondo de la portería azulgrana hacia la Gradería Sur. Lejos de amilanarse, el Ciclón respondió rápidamente. Rodrigo Rojas, que estaba realizando una tarea destacable, se metió al área y sacó el centro. Jonathan Santana no dudó para clavar el cabezazo a los 13? y vencer a Diego Barreto.
Cerro Porteño mejoró, Olimpia retrocedió. El Azulgrana estuvo cerca de llegar al segundo mediante Santana. El bombazo del volante cerrista arañó el travesaño decano a los 20?. En su intento por concretar otro tanto, el Ciclón ofreció espacios en el fondo y el rival los aprovechó. El empuje de Salustiano Candia impresiona. El defensa franjeado comandó un contraataque que encontró mal parada a la última zona azulgrana.
Bruno Valdez amortiguó el remate inicial de Pablo Zeballos; sin embargo, el rebote quedó nuevamente para el ariete decano, que definió entra las piernas de Álvarez a los 28?. Olimpia pasó al frente 2-1. Con un Cerro obligado a salir para igualar el marcador, Olimpia esperó el momento ideal para realizar otro golpe. El Ciclón se expuso y Fredy Bareiro perdonó. El cuadro de Barrio Obrero se adueñó de la pelota, aunque no supo llevar esta superioridad al marcador.
Cerro insistió mucho sin la claridad necesaria; el Decano mantuvo el orden y se fue al vestuario con la ventaja parcial. Para la etapa complementaria, el trámite no cambió. Barreto se robó los aplausos al desviar de estupenda manera un tiro colocado de Jonathan Fabbro al comienzo del último periodo.
A Olimpia se le perdió la pelota, no así el orden, e intentó enfriar el partido. Logró salir del sofocante empuje azulgrana y defender lejos del arco de Barreto. Comenzó a tocar y a tener la pelota ante la impotencia azulgrana. Así como en el primer tiempo, el balón detenido fue clave para el siguiente grito de gol, y otra vez a favor del Decano. Una discutida falta de Valdez sobre el recién ingresado José Ariel Núñez fue la jugada que terminó en el festejo franjeado a los 68?.
Ante la ausencia de Vargas y Zeballos, Alejandro Silva se adueñó del tiro. El uruguayo dirigió su remate al palo de un Álvarez que no tuvo reacción para impedir el tercer tanto decano. Con el 3-1, más que nunca Olimpia se dedicó a defender. Robert Piris Da Motta, que había entrado como reemplazo de Vargas, se perdió los 10 minutos finales del juego tras una jugada accidental con Fabbro que lo dejó lesionado.
Dentro de su desesperación, Cerro fue puro ataque: centros cruzados al área, pelotazos frontales, pero nada claro. Olimpia aguantó con 10 y celebró al final del encuentro ante su hinchada, que no se quiso marchar del Defensores del Chaco.
En la siguiente fecha, Olimpia recibirá al Deportivo Capiatá. Cerro Porteño que debería enfrentar al Sportivo Luqueño, no lo hará por el compromiso internacional del cuadro auriazul. Su siguiente rival será Libertad.
Olimpia se quedó no solo con un superclásico más, sino con la cima del campeonato que le arrebató al rival de siempre. Con 37 puntos, saca dos de ventaja sobre Cerro Porteño y con cinco fechas por disputarse.