“Esta niña fue víctima de una circunstancia atroz en la que era abusada continuamente por el padrastro (…) La abuela de la nena hace la denuncia ante el Ministerio Público y luego la fiscal Vivian Coronel allana el lugar donde encuentra todos los elementos probatorios de una clínica clandestina de aborto, incluso hasta las pinzas con rastros de sangre aún. Hacía tres días que le habían practicado el aborto y le daban de comer arroz hervido. La niña estaba en cautiverio hacía tres días en un lugar insalubre”, dijo Alice Monges, abogada y activista de la Niñez de Alto Paraná, en diálogo con Enfoque 800 por La Unión.
“Le hicieron curetaje. Le rasparon de una forma empírica sin anestesia para echar al bebé (…) Se encontró incluso elementos que serían de magia negra”, dijo.
Comentó que el padrastro abusaba sistemática de la nena y hasta controlaba su ciclo menstrual “en el que él mismo después se da cuenta de que la niña queda embarazada”, para luego inducirla a abortar. Según los datos recabados, la niña llevaba aproximadamente dos meses embarazada.
En lo que respecta a la situación actual de la niña, la activista dijo que ya está contenida y siendo atendida para su recuperación. Señaló que presenta signos de síndrome de Estocolmo, ya que aparentemente se “encariñó” con su abusador. “Ella dice: ‘Fulanito me trata bien, él me quiere'”, afirmó.
En cuanto a la madre de la nena, dijo que tiene un tumor cerebral, está “prácticamente ciega” y tiene un bebé de apenas 10 a 12 días.
El hecho sucedió en un asentamiento del Departamento de Alto Paraná. Señaló que ahora la Defensoría de la Niñez determinará si es que la nena será entregada a familiares que la cuiden o directamente será destinada a un albergue.
Pese a todo, Monges resaltó que en los últimos tiempos hayan aumentado las denuncias en contra de este tipo de hechos. Sobre el punto, dijo que cerca de 80 denuncias ya se han recibido en la Unidad de Hechos Punibles contra Menores del Ministerio Público en el Departamento de Alto Paraná.