Al menos 10 internos muertos fue el resultado de un nuevo motín en una cárcel de Natal, al norte de Brasil.
Julizka Azevedo, portavoz del gobierno estatal de Rio Grande do Norte, dijo que el motín estalló en la prisión de Alcaçuz, la de mayor tamaño del estado, y que efectivos de la policía y de la policía militar habían sido desplegados para atender la situación.
El motín se originó después de que estallara un altercado entre dos bandas rivales, el Primer Comando de la Capital (PCC) y el Sindicato del Crimen de Rio Grande do Norte. La revuelta fue controlada por las fuerzas de seguridad tras 14 horas de haberse iniciado.
El PCC, con base en la ciudad de São Paulo, es la misma banda que se vio envuelta en los motines que han ocurrido en lo que va del año en los estados de Amazonas y Roraima y que han dejado más de 100 fallecidos, la mayoría por decapitaciones.
La prisión de Alcaçuz tiene capacidad para 620 internos, pero actualmente es ocupada por 1.083 presos, superando su aforo en casi el doble.
En un mensaje publicado en Twitter, el presidente de Brasil, Michel Temer, ordenó al Ministro de Justicia, Alexandre de Moraes “proporcionar toda la asistencia necesaria” para el gobierno de Rio Grande do Norte.
“Determiné que el Ministro de Justicia y Ciudadanía de Brasil, Alexandre de Moraes, preste todo el auxilio necesario al gobierno del estado”, escribió el mandatario brasileño.