Novavax: así es la vacuna contra el COVID a base de proteínas que muestra eficacia contra las variantes

La Comisión Europea ha firmado un acuerdo con la empresa estadounidense para suministrar a los países de la Unión Europea hasta 200 millones de dosis en el cuarto trimestre de 2021 y en los próximos dos años.

Novavax podría ser la quinta vacuna contra el COVID autorizada en Europa , después de Pfizer, Moderna, AstraZeneca y Janssen. La Comisión Europea ha firmado un acuerdo con la compañía farmacéutica estadounidense para suministrar a los países de la UE hasta 200 millones de dosis en el cuarto trimestre de 2021 y durante los próximos dos años.

El acuerdo entrará en funcionamiento tan pronto como la Agencia Europea del Medicamento (EMA) considere que la vacuna es “segura y eficaz”.

“El contrato con una empresa que ya está probando con éxito su vacuna contra las nuevas variantes es una garantía adicional para la protección de nuestra población”, ha dicho la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen.

La comisaria de Sanidad, Stella Kyriakides, ha destacado que las vacunaciones en Europa «están progresando y estamos a punto de alcanzar el objetivo del 70% de la población totalmente vacunada. El acuerdo con Novavax amplía nuestro portfolio para incluir otra vacuna a base de proteínas, un tipo que está dando resultados prometedores en ensayos clínicos». Bajo el nombre NVX-CoV2373, el suero se produce en colaboración con la Coalición para Innovaciones en Preparación para Epidemias (CEPI, por sus siglas en inglés).

Novavax es una vacuna basada en proteínas recombinantes y probablemente será la primera de su tipo en ser aprobada contra el coronavirus. Hasta ahora hemos utilizado vacunas de vector viral, de ARN mensajero y de virus inactivados.

Novavax funciona de manera diferente: introduce la proteína Spike desarrollada en el laboratorio y mezclada con un adyuvante a base de saponina para estimular el sistema inmunológico innato en el cuerpo. Este último a su vez ayuda a desencadenar la “respuesta adaptativa, es decir, los linfocitos T y B, y en consecuencia la producción de anticuerpos dirigidos contra el coronavirus”, explica Sergio Abrignani, catedrático de patología general de la Universidad Estatal de Milán y director del Instituto Nacional de Genética Molecular “Romeo y Enrica Invernizzi”, así como miembro del comité técnico-científico para la emergencia del COVID.

Sí, es una técnica que se viene utilizando desde hace más de 30 años: ha permitido producir vacunas que ahora también se utilizan para proteger a los recién nacidos, sin riesgo de efectos secundarios importantes: son las vacunas contra la hepatitis B, el meningococo B, el herpes zoster y el VPH.

El ensayo clínico de fase 3 muestra que la vacuna tiene una eficacia comparable a la del ARN mensajero (Pfizer y Moderna). El estudio, realizado en Reino Unido cuando prevalecía la variante Alfa y publicado en el New England Journal of Medicine, confirmó una eficacia del 96,4% frente a la cepa original del virus, del 86,3% frente a la variante Alfa y del 89,7% en general.

Otro estudio crealizado en Estados Unidos y México muestra un 100% de protección contra la enfermedad moderada y grave y un 90,4% de eficacia total. Otras pruebas en Sudáfrica han demostrado una eficacia de alrededor del 60% contra la variante Beta, considerada hasta ahora la más «mala», aunque su difusión es limitada.

La vacuna de Novavax también es segura: contiene un antígeno proteico purificado y no puede replicarse ni causar COVID.

 

Con información de El Mundo.

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