La Municipalidad de Limpio afronta una dicotomía, por un lado el intendente, Carlos Palacios, y por otro lado la Junta. Según el Jefe comunal desde inicios del 2017 las relaciones “no fueron las mejores” y hoy deben tres meses de salario a sus funcionarios.
Palacios sostiene que a causa de este distanciamiento los concejales recortaron el presupuesto para el 2018. Como consecuencia, habrá un despido masivo de unos 250 funcionarios, lamentó.
Según él, cuando asumió el cargo ya existía una sobrepoblación en la Municipalidad, pero no quiso dejar sin trabajo a la gente. “Cometí el grave error y no tuve el valor de despojarme de esta carga pesadísima”, aseveró.
La Municipalidad de Limpio no se encuentra en una situación financiera favorable. Hace tres meses que sus funcionarios no perciben su salario; y con el recorte presupuestario, el Jefe comunal argumenta que está obligado a despedir a gran parte de ellos.