“La mujer tuvo muchas complicaciones quirúrgicas cuando fue internada en terapia intensiva. Se trató de una importante hemorragia que presentaba dentro de ese cuadro. Se tuvo que proceder rápido por que o si no iba a morir desangrada. En ese proceso, se produjo una lesión vascular inadvertida. Esto causó la trombosis de este bazo, que es la aorta abdominal. Tras ello, se hizo una nueva cirugía y se logró recuperar partes de las piernas de la señora. Las partes más vitales tuvieron que ser amputadas porque la falta de oxígeno y sangre ya fue irreversible”, explicó Franco en conversación con La Unión.
Posterior a todo este proceso, el director dijo que la mujer presentó una infección. “Se buscó un foco infeccioso no drenado. No se encuentra y no puede controlarse esta respuesta inflamatoria sistémica, lo cual llevó a un choque distributivo porque no se podía sostener la presión arterial”, expuso.
En ese orden, indicó que como médicos lamentan la muerte de la paciente. Señaló que Alonso estuvo grave en todo momento y que se complicó su cuadro con el transcurso de los procedimientos, por lo cual las amputaciones tuvieron que llevarse a cabo en la segunda cirugía, practicada el pasado viernes.
El médico enfatizó en que se trató de hacer lo posible por la salud de Alonso, pero lamentablemente falleció. Exponiendo esto, asegura que no hubo mala praxis ni negligencia médica.
Alicia Alonso ingresó al Hospital Central del IPS para una cirugía por cálculo renal, pero terminó con las dos piernas amputadas el pasado viernes. Después de ello, no soportó y falleció este martes.
La cirugía de la mujer había sido pospuesta varias veces a raíz de la pandemia del COVID-19. Al momento de, por fin, ser sometida a la cirugía de cálculos renales, surgió el problema de una infección urinaria, por lo cual los médicos le recetaron una serie medicamentos y reprogramaron la cirugía que finalmente resultó fatídica.