“Te piden flujo de caja y es eso lo que impide que los emprendedores se bancaricen. Nosotros no tenemos acceso a créditos. No es lo mismo ser empresario que emprendedor”, expuso Guillermina de Imlach, presidenta de la ASOMIPYMES, en comunicación con La Unión
Afirmó que por esta razón muchos miembros del rubro prefieren trabajar “en negro” que formalizarse, argumentando este hecho porque “se tarda un año en darte el crédito”.
“Un emprendedor está haciendo galletas de queso e INAN le pide G. 2.800.000, además de trámites en la municipalidad, DINAVISA y otras. Debés tener plata para progresar”, cuestionó, por lo cual calificó a esta burocracia en las instituciones como una “enfermedad de base” de nuestro país.