China informó el lunes de 55 nuevos casos de coronavirus de transmisión local. El brote de la variante delta, de rápida propagación, ya llegó a más de 20 ciudades y más de una docena de provincias.
El foco en Wuhan se produjo después de la publicación diaria de datos oficiales pero fue confirmada por medios estatales, que dijeron que los contagios se habían rastreado hasta una estación de tren.
“Los siete fueron identificados como trabajadores migrantes”, informó la agencia oficial de noticias Xinhua, citando a funcionarios de prevención y control del covid-19.
En las grandes ciudades, incluida Pekín, se testeó a millones de residentes, se acordonaron residencias y se pusieron en cuarentena a contactos cercanos de personas contagiadas.
Las autoridades de la capital se reunieron y acordaron “aumentar la vigilancia, tomar estrictas precauciones y defender [la ciudad] hasta la muerte, sin escatimar gastos”, indicó el gobierno de Pekín.
En la ciudad de Zhuzhou (centro), situada en la provincia de Hunan, más de 1,2 millones de personas fueron puestas en aislamiento estricto el lunes y durante tres días, mientras las autoridades llevan a cabo una campaña de test y vacunaciones, indicó un comunicado oficial.
“La situación sigue siendo sombría y complicada”, dijo el gobierno de Zhuzhou.
China había logrado hasta ahora reducir los casos locales a prácticamente cero, lo que permitió reabrir la economía.
Pero el último brote, vinculado a un foco en Nanjing donde nueve trabajadores de la limpieza de un aeropuerto internacional dieron positivo el 20 de julio, provocó más de 360 casos en las últimas dos semanas.
Fuente: france24.com