En esta disciplina que se jugó en Puerto Moresby, capital de Papúa Nueva Guinea, participaron las selecciones Sub-23 como parte del proceso de calificación para los equipos que irán a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en 2016.
Micronesia hacía parte del grupo A y debía enfrentarse a Tahití, Fiyi y Vanuatu buscando un cupo para competir por las medallas y por un puesto para los olímpicos en Brasil.
Pero la suerte no estuvo de su lado. En el primer encuentro contra Tahití, el pasado 3 de julio, los micronesios recibieron 10 goles en el primer tiempo y 20 en el segundo. El juego terminó 0-30 a favor de Tahití.
Con el siguiente partido, las cosas sólo empeoraron. El 5 de julio Micronesia tampoco pudo anotar ni un solo tanto, y Fiyi anotó 38 goles en la portería de los micronesios.
Para el partido final de la fase de grupos, Micronesia se enfrentó a Vanuatu y salió con otro vergonzoso resultado, el peor de todos: 46-0.
Así, Micronesia jugó tres partidos, perdió tres, y tuvo un total de 114 goles en contra.