México: Acusan a expresidente de dirigir red de sobornos

El exdirector de la petrolera estatal mexicana Emilio Lozoya acusó al expresidente Enrique Peña Nieto y a uno de sus más cercanos colaboradores de orquestar directamente una operación de sobornos y desvío de recursos para financiar parte de su campaña presidencial, y luego la aprobación de una histórica reforma energética que abrió el sector a empresas extranjeras.

Enrique Peña Nieto, expresidente de México (2012 - 2018). / Foto: Reuters.

En una de las más explosivas acusaciones en la historia política reciente del país, Lozoya, exdirector de Petróleos Mexicanos (PEMEX), acusó ante la Fiscalía General a Peña Nieto y a quien fuera su secretario de Hacienda, Luis Videgaray, de recibir dinero de la empresa brasileña Odebrecht durante su campaña en 2012 y una vez en el poder, de utilizar a la empresa petrolera para cumplir “compromisos” adquiridos.

Los señalamientos forman parte de la denuncia penal que Lozoya presentó hace unos días ante las autoridades federales a cambio de recibir beneficios legales frente a acusaciones en su contra, también relacionadas por supuestamente recibir sobornos de Odebrecht.

The Associated Press tuvo acceso a una copia de la denuncia, cuya autenticidad fue corroborada por dos personas con conocimiento de la investigación y que pidieron no ser identificadas por ser un caso abierto. La Fiscalía General confirmó poco después la veracidad del documento.

“Enrique Peña Nieto y Luis Videgaray Caso crearon un esquema de corrupción en el gobierno federal, en el cual el común denominador era el siguiente: todas las personas que de cierto modo apoyaron a la campaña presidencial tenían que ser remunerados o compensados”, señaló Lozoya en referencia a contractos que recibirían del gobierno.

El exdirectivo acusó a Peña Nieto y Videgaray de extorsión y fraude, y de implementar “un aparato organizado de poder que –desde las más altas esferas del régimen— instrumentó lo necesario… para obtener beneficios”, y a que a él lo utilizaron para poder conseguir sus objetivos.

Lozoya fue detenido en el sur de España en febrero y extraditado a México en julio para enfrentar cargos por supuestamente haber recibido más de cuatro millones de dólares en sobornos de Odebrecht, la constructora brasileña señalada de incurrir en actos de corrupción en varios países de América Latina para obtener contratos públicos. En otras naciones, las autoridades locales abrieron hace años investigaciones sobre los señalamientos, pero en México no había avanzado ninguna indagatoria hasta ahora.

Después de su extradición a México, las autoridades anunciaron que habían alcanzado un acuerdo con Lozoya para que evitara ir a la cárcel a cambio de dar información y pruebas sobre la supuesta red de corrupción durante el gobierno de Peña Nieto, entre 2012 y 2018.

Videgaray se desempeñó en 2012 como coordinador de campaña de Peña Nieto, y Lozoya como su encargado de vinculación internacional, una posición desde la que estaba en contacto con potenciales inversionistas en caso de que ganara la presidencia.

Lozoya aseguró en la denuncia que los sobornos de Odebrecht tenían como propósito no sólo ganar contratos públicos, sino también influenciar el avance de una ambiciosa reforma energética que finalmente fue aprobada a finales de 2013 y que abrió el sector de exploración y explotación petrolera a compañías privadas, algo que se prohibió en la primera mitad del siglo XX.

A principios de 2012, Videgaray dijo a Lozoya que pidiera seis millones de dólares a Odebrecht y que le dijera a los directivos de la compañía que serían recompensados cuando Peña Nieto ganara. Presumiblemente, parte de esa recompensa se vería tras la aprobación de la reforma energética.

“Como parte de la aprobación de las reformas del Pacto por México, Enrique Peña Nieto y Luis Videgaray Caso me indicaron en febrero del 2013, que se requería entregar montos importantes de dinero a la oposición, para que ésta votara a favor de ciertas reformas estructurales del interés del Presidente Enrique Peña Nieto”, señaló Lozoya.

Según el exdirectivo, el dinero se entregó en fajos y bolsas de plástico transparente para que los políticos pudieran ver el contenido. De hecho, esta semana se filtró un video en el que al parecer se ve una de esas supuestas transacciones.

Lozoya aseguró que por lo menos una docena de legisladores de la oposición recibieron sobornos, a quienes nombra, además de algunos exfuncionarios, como José Antonio Meade, quien fue candidato presidencial por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el mismo de Peña Nieto. Meade fue derrotado por el actual presidente Andrés Manuel López Obrador.

Entre los políticos mencionados están cinco senadores, incluido el actual gobernador del estado norteño de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca. También acusó al entonces legislador Ricardo Anaya, quien en 2018 fue candidato presidencial por el Partido Acción Nacional (PAN).

Aseguró que el expresidente Carlos Salinas de Gortari también participó, supuestamente a nombre del PAN, aunque el exmandatario era miembro del PRI.

“La actitud de los panistas en obtener recursos era brutal”, dijo.

De avanzar jurídicamente los señalamientos de Lozoya, el expresidente podría ser citado a declarar por corrupción, algo nunca visto en la historia reciente del país.

Además, políticamente favorecería a López Obrador, quien llegó al poder con la promesa de erradicar la corrupción en México.

El PAN rechazó en un comunicado los señalamientos y consideró que Lozoya “está dispuesto a declarar cualquier cosa con tal de no ir a la cárcel”, pero que ahora le corresponde probar sus señalamientos.

Por su parte, Meade aseguró que en su vida pública ha actuado “con absoluta honorabilidad y legalidad”.

Ni Videgaray ni su asistente en el Instituto Tecnológico de Massachussetts (MIT, por sus siglas en inglés) han respondido a correos electrónicos de la AP. Tampoco contestó quien fuera jefe de la Oficina Presidencial de Peña Nieto.

 

Con información de The Associated Press.

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