En este sentido, la nutricionista, Catherine Turnes, responsable del Programa de Prevención de la Obesidad del Ministerio de Salud señala la importancia de lograr un equilibrio energético, y cuidar la calidad nutricional de las comidas. “La clave para no aumentar de peso está en saber qué alimentos consumir, cuidar las porciones y no abandonar la actividad física”, asegura.
Turnes sostiene que las frutas y verduras de estación son aliadas en el invierno, conservan mejor los nutrientes y refuerzan las defensas contra las enfermedades típicas de la estación como la gripe y los resfríos. Entre ellas, menciona los cítricos: pomelo, naranja, mandarina, limón. Debido a que la vitamina C es sensible al contacto con el aire, si se consumen en forma de jugos es importante que sean recién exprimidos. Entre las verduras ricas en vitamina A y vitamina C están la zanahoria, zapallo, calabaza, verduras de hojas verdes como la acelga y espinaca, brócoli, coliflor, repollo, ajo, cebolla.
Asimismo enfatiza la importancia de las cuatro comidas principales y de ser posible dos colaciones. La titular del Programa de Prevención de la Obesidad afirma que realizar un desayuno completo resulta fundamental, ya quese reponen energías después de muchas horas sin ingerir alimentos. “Durante el almuerzo y la cena una buena opción es incluir sopas y caldos, permiten agregar entre sus ingredientes una amplia variedad de verduras necesarias para nutrirse bien a la vez que se consigue saciedad y se come menos cantidad del plato siguiente que por lo general es más calórico.Las sopas o caldos caseros son los mejores, ya que los envasados y los cubitosaportan más grasa y sodio”, expone.
En otro punto, menciona que existen otros tipos de menú excelentes para la estación invernal, como los guisos, además de ser rendidores brindan sensación de saciedad. “La recomendación para estos platos esincluir como ingredientes principales las verduras, acompañadas con la carne magra (sin grasa visible). También son ideales para incorporar legumbres como arvejas, lentejas, porotos, que son fuentes de fibra, minerales y vitaminas. En lo posible evitar usar embutidos y moderar el agregado de sal y aceite”, detalla.
La ingesta de líquidos es también fundamental. La nutricionista expone que, para cumplir con la recomendación diaria de beber al menos 2 litros de agua, se puede sumar otras variedades de infusiones calientes durante el día, como el té, mate, café en cantidad moderada.