Ocurre cada verano, desde el siglo XVI. Los pobladores de Feroe guían a decenas de estos animales hacia las aguas bajas, para asesinarlos con lanzas que se introducen a través del cuello para quebrarles la columna vertebral.
Voluntarios de un grupo conservacionista, denominado Sea Shepherd (Pastor del Mar), se infiltraron en medio de los habitantes y fotografiaron semejante matanza. Unas 436 ballenas 198 delfines fueron sacados de las costas para ser asesinados incluso por niños.
La cacería la realizan familias enteras. Luego, las especies son trozadas y procesadas para ser vendidas en los mercados locales.
Las autoridades de las Islas Feroe defienden la tradición local; y sostienen que la carne y la grasa de las ballenas son una parte esencial de la dieta de los 50 mil habitantes.
Fuente: Infobae