“Todo empezó con una resaca tras una fiesta de estudiantes en 2006, que me obligó a correr tan lentamente que mi compañero de carrera empezó a correr para atrás para mantener el ritmo”, contó Achim Aretz a la agencia de noticias DPA.
El joven comenzó a entrenar junto a sus amigos, con quienes competía corriendo de espaldas como hobby. Ocho años después, conocería a Markus Jürgens, quien se interesaría en esta inédita manera de competir y la llevaría aún más lejos.
Este fin de semana, el alemán de 29 se convirtió el dueño de un récord único:completó 10 km en 3h38m27s, durante una competición en Hannover.
“Fue mi tercer maratón de espaldas”, contó Jürgens quien explicó que es distinto competir viendo las caras de sus rivales: “Es muy divertido. Uno ve al correr la cara de los demás corredores y ve lo que sienten”.
Más allá de lo divertido que puede ser para quien lo intente, no ver el camino es un riesgo que puede provocar heridas. Pero para eso, el alemán cuenta con ayuda: “En Hannover corrí con una acompañante que me iba haciendo señales. Además, el oído se agudiza y uno puede adivinar el trayecto por el aplauso de los espectadores”.
Fuente: INFOBAE