El invierno trae consigo la difícil tarea de soportar una gran cantidad de días con bajas temperaturas. El frío invita a que muchas personas, en especial niños y ancianos, se encuentren expuestas a sufrir resfríos o enfermedades vinculadas a afecciones de las vías respiratorias.
Por ese motivo, mejorar la alimentación e incorporar algunos productos a la dieta puede ser fundamental para la protección del sistema inmunológico. De tal modo, para los nutricionistas es fundamental elconsumo de alimentos ricos en vitamina C, como los cítricos.
Por su delicioso sabor, practicidad y fácil consumo, las mandarinas encuentran en su cáscara y en la película delgada rica en fibra que recubre al fruto las propiedades nutricionales necesarias durante la temporada más fría del año.
Las necesidades de vitamina C van desde los 15 miligramos por día a partir del año de edad hasta los 120 por día, en una mujer lactante
La reconocida nutricionista Sara Abu-Sabbah indicó que “el resfrío puede aparecer, en cualquier etapa de la vida, si el sistema de defensas no fue capaz de combatir alguno de los más de 200 tipos de virus que pueden causar el problema. Este proceso genera malestar y puede perturbar el desempeño laboral del adulto o el rendimiento del niño en la escuela”.
La autora de Pregúntame sobre nutrición infantil aseguró que “la mandarina es una fruta fundamental para conservar una buena salud y prevenir enfermedades relacionadas con procesos gripales o con virus comunes. Su poder antioxidante también actúa previniendo de enfermedades del tipo degenerativo”.
“Cubrir las necesidades de vitamina C es parte de un proceso fácil y rico. La cantidad de este suplemento en esta pequeña fruta puede variar por el tamaño o peso de la misma. El de una mandarina oscila entre los 50 y 100 gramos y su bajo aporte de calorías permite consumirlas en varias ocasiones durante el día“, explicó Denise Ferrero.
¿Por qué incorporar la mandarina?
“El consumo frecuente de esta fruta en el desayuno, como parte de la vianda de los niños, snack en la oficina o merienda en la tarde puede contribuir con la prevención y menor duración del proceso de resfrío común. Además, evita que las personas caigan en una deficiencia nutricional y -consecuentemente- en problemas de salud”, dijo la nutricionista.
La mandarina tiene muy baja concentración de azúcares. Su alto contenido en agua supera el del resto de los cítricos y solo posee un aporte calórico del 49% (el de la naranja es del 61%).
“Consumir dos o tres mandarinas diarias cubrirá las necesidades de vitamina C en el organismo. Es muy importante para embarazadas, fumadores, lactantes y diabéticos. Además, al ser antioxidante, previene enfermedades degenerativas“, advirtió Ferrero.
Su pulpa contiene vitamina B, ácido cítrico, azúcar reductora y caroteno, que le confieren propiedades broncodilatadoras y antiinflamatorias. También ayuda a la digestión, por lo que es adecuada para el tratamiento de úlceras e infecciones estomacales.
Fuente: Infobae.com