Mateo Balmelli expuso que quienes ya se recuperaron COVID-19, sobre todo dentro de los últimos 3 a 4 meses al momento del inicio de la campaña de vacunación, ya que presentan una defensa natural por los anticuerpos generados, los cuales duran ese tiempo citado aproximadamente.
Por lo expuesto, dijo que los recuperados pueden pasar a integrar los grupos de menor riesgo en cuanto a las vacunaciones. “Tendríamos que dejar esas dosis para quienes están vírgenes desde el punto de vista inmunológico”, afirmó en contacto con La Unión.
Hasta el reporte COVID de ayer domingo, el Ministerio de Salud lleva el recuento de casi 85.000 recuperados.
En otro orden, afirmó que lo mejor que puede hacer el Gobierno es vacunar a la mayor parte de la población posible, priorizando los grupos de riesgo, que en nuestro país rondan el 19%.
El especialista indicó que un procedimiento válido también puede ser el “efecto capullo”, con vacunaciones, por ejemplo, a la mayoría de miembros de una familia que así protejan a personas que no deseen recibir las dosis (negacionistas), o a personas que salen a trabajar todos los días y viven en sus casas con personas que pertenezcan también a grupos de riesgo (padres, abuelos, familiares con enfermedades de base).
Vacunas chinas y estadounidenses, las ideales para Paraguay
Por otro lado, Mateo Balmelli señaló que, por su logística, almacenamiento y distribución, las vacunas desarrolladas por la china Sinopharm (Sinovac) y la norteamericana AstraZeneca en conjunto con la Universidad de Oxford son las que serían adecuadas para nuestro país, ya que su conservación puede darse entre -2ºC y -5ºC, a diferencia de otras.