Desde que fue difundida la semana pasada una grabación en la que el presidente Michel Temer presuntamente avalaba el pago de sobornos, su renuncia ha sido objeto de debate en los círculos del poder brasileños. Mientras que algunos abogan por una reforma constitucional que habilite la convocatoria de elecciones directas y anticipadas, la mayoría coincide en el mecanismo de las elecciones indirectas en el caso de que el mandatario abandone el poder.
¿Qué dice la Constitución?
Si Temer renuncia o es destituido, el presidente de la Cámara de Diputados asume la presidencia por 30 días, hasta que el Congreso vote por un reemplazo que ejerza el cargo hasta el final del período, a finales del 2018. Pero hay una complicación: el puesto no puede ser ocupado por alguien bajo proceso judicial. Tanto el titular de la Cámara baja, Rodrigo Maia, como el próximo en la fila, el presidente del Senado, Eunicio Oliveira, están bajo investigación por corrupción y tendrían prohibido asumir el gobierno si la Procuraduría decide presentarles cargos. En ese caso, asumiría la presidencia la titular de la Corte Suprema, Carmen Lucía, hasta que el Congreso elija a un reemplazante. Los potenciales candidatos serían:
Henrique Meirelles
Henrique Meirelles.
El ministro de Hacienda, de 71 años, es considerado el más dispuesto a implementar las medidas de austeridad y las reformas a las leyes de pensiones y a las leyes laborales impulsadas por Temer. Tales reformas son sumamente impopulares entre la población, aunque muchos economistas las consideran necesarias para resucitar la economía. Meirelles fue presidente del Banco Central durante el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva. Antes de eso, pasó la mayor parte de su carrera en el sector privado.
Nelson Jobim
Nelson Jobim.
Aunque Jobim, de 71 años, es miembro del Partido Movimiento Democrático de Brasil de Temer, es el que goza de los más variados contactos de entre los aspirantes a la presidencia. Fue ministro bajo los gobiernos de Fernando Henrique Cardoso, Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff, además de ser presidente del Supremo Tribunal Federal. Como ministro, cultivó lazos estrechos con los militares. Sin embargo, hace décadas que no ejerce un cargo electivo y muchos opinan que su estilo profesoral no lo beneficia en momentos en que Brasil necesita a un líder que goce de la solidaridad popular.
Carmen Lucía
Carmen Lucía.
El sistema judicial de Brasil luce más fuerte que nunca después de que decenas de políticos fueran arrestados y encarcelados en medio de una vasta investigación de corrupción. Hay quienes opinan que Lucía –una abogada de carrera, de 63 años y sin afiliación política– calmaría a una población furiosa con la élite política tras años de escándalos. Aun así, habría que ver si los legisladores, muchos de los cuales enfrentan acusaciones de corrupción, estarían dispuestos a votar a favor de una jueza, aunque la presión de la opinión pública podría inclinar la balanza.
Con información de Infobae.