Estamos quizá ante la generación más expuesta al estrés de toda la historia: se trata de los llamados ‘millennials’, los nacidos en las dos últimas décadas del siglo XX. “El último informe de la Sociedad de Medicina del Trabajo de Buenos Aires sostuvo que 8 de cada 10 argentinos padecía estrés laboral -explica un artículo del diario Clarín. Un dato llamó la atención de los médicos: por primera vez, la edad a la que empiezan los síntomas había bajado a 25 años“.
El mismo artículo señala otro estudio, éste llevado a cabo por la Asociación Americana de Psicología de EE. UU., que “aseguró que los millennials -generación que hoy tiene entre 20 y 35 años- tenían los mayores índices de estrés respecto de otros grupos de edad, y que duplicaban los niveles de ansiedad de sus padres“.
Hace un año, un informe similar elaborado en España arrojaba cifras igualmente preocupantes: el 42% de los trabajadores españoles menores de 35 años sufre altos niveles de estrés, porcentaje que desciende al 37% en los empleados de todas las edades. ¿Qué es lo que estresa tanto a los jóvenes de hoy en día?
Multitarea, futuro incierto e hiperconexión… en una “sociedad enferma”
Los avances tecnológicos no siempre implican un progreso en la calidad de vida. Aunque las actuales tecnologías de la comunicación facilitan multitud de tareas y favorecen una comunicación inmediata y sencilla, a su vez generan estilos de vida y tipos de trabajo que pueden producir altos niveles de estrés en las personas. Trabajos con horarios difusos, un entorno cibernético y digital que confunde los límites entre vida laboral y vida privada, y una ética del trabajo basada principalmente en la productividad y el alto rendimiento son las características de una época que, a juzgar por las estadísticas, podrían ser seriamente patógenas.
Los expertos hacen además lecturas más profundas, orientadas al plano existencial de la persona:”El aumento del estrés entre los jóvenes, en muchos casos, tiene que ver con las características de época. Los jóvenes de hoy se enfrentan con un futuro difícil porque tienen más incertidumbres que certezas: hace 40 o 50 años se podía saber que con esfuerzo se llegaba a la estabilidad, y se formaba la familia, se tenía una casa, se llegaba a la jubilación. Hoy esa certeza no existe, y entonces la vida moderna genera una condición estresante en términos del futuro existencial”. en estos términos se expresa el médico Daniel López Rosetti, presidente de la Sociedad Argentina de Medicina del Estrés, en declaraciones recogidas en el mencionado artículo de Clarín.
Otros autores, como el doctor Javier Cabanyes Truffino, neurólogo de la Clínica Universidad de Navarra (España) consideran el problema del estrés más genéricamente como un síntoma de una sociedad profundamente enferma. En una entrevista concedida al diario ABC hace años, este médico consideraba que “podemos metafóricamente hablar de una ‘sociedad enferma’, pero su enfermedad es de tipo moral, es una carencia o una deformación de sus principios y metas que llevan a una verdadera disfunción social. Más en concreto, la crisis actual ha puesto de manifiesto estructuras socioeconómicas que se han movido por la mentira, el desmedido afán de lucro y la más absoluta carencia de sentido solidario”.
rt