Un reducido estudio señaló que los futbolistas profesionales tienen más posibilidades de sufrir daños cerebrales que provoquen una demencia, similares a los que padecen boxeadores o jugadores de fútbol americano, aunque no precisó si los daños infligidos al cerebro de los voluntarios estudiados son la consecuencia de golpear la pelota con la cabeza repetidamente, choques entre jugadores o si están relacionados a otros factores.
La investigación, llevada a cabo por especialistas del Reino Unido y publicado en la revista Acta Neuropathologica, se basó en los casos de 14 exfutbolistas, 13 de ellos profesionales, que comenzaron a practicar el deporte y a golpear la pelota con la cabeza en su infancia y que fueron hospitalizados en Swansea (Gales) entre 1980 y 2010 con demencia. Igualmente, los especialistas precisaron que los peligros para los futbolistas ocasionales de sufrir esta patología cerebral son “extremadamente débiles”.
La autopsia realizada a seis de ellos revela signos de Encefalopatía Traumática Crónica (ETC) en cuatro casos, una ratio mucho mayor que el 12 por ciento en el resto de la población. “Nuestros resultados demuestran una relación potencial entre la práctica del fútbol y la ETC”, aseguró a la AFP la principal autora del estudio, Helen Ling del Instituto de Neurología de la Universidad College de Londres.
Los choques de cabeza son una imagen poco recurrente en el fútbol. / Foto: Getty Images.
Es la primera vez que se confirma la ETC en un estudio con exjugadores de fútbol. “Hay una necesidad urgente de identificar estos riesgos”, alertó Ling, que defendió que es indispensable “realizar un estudio a mayor escala” que tenga la colaboración de la Federación Inglesa de Fútbol y de la propia FIFA.
Contrariamente a los boxeadores o a los jugadores de fútbol americano, los futbolistas raramente sufren golpes demasiado violentos en la cabeza que puedan provocar una pérdida de conocimiento, por lo que los daños estarían provocados por lo que los investigadores han calificado como “impactos repetitivos no conmocionales”.
La ETC solo puede diagnosticarse en un examen postmortem y hasta ahora solo se conocían unos pocos casos de exfutbolistas que hubiesen sufrido esta enfermedad neurodegenerativa. Entre ellos están el del excapitán de Brasil Hilderaldo Bellini (fallecido en 2014 a los 84 años) o el del exdelantero del West Bromwich Albion Jeff Astle, que murió a los 59 años en 2002.
Mientras la Federación Inglesa respalda que se investigue, el exjefe médico de la FIFA Jiri Dvorak asegura que “hay muy pocas evidencias” de la relación del fútbol con la aparición de la demencia y traumas cerebrales. En Estados Unidos, los niños practicantes de fútbol no pueden golpear la pelota con la cabeza hasta pasados los once años.
Con información de AFP.