“La carne se rige, como muchos productos, por la ley de oferta y la demanda. A esto, hay que agregarle otras cuestiones, como el clima. Hay que tomar en cuenta que el hato ganadero se ha visto afectado por la sequía y la bajante de los ríos. También son varios los factores que inciden en esta suba de precios, como el combustible, que hace que los precios de fletes suban de precio; también de los commodities (materias primas), especialmente los granos y balanceados en general que han subido muchísimo de precio. Todo esto afecta a una demanda que no baja y una oferta que está muy por debajo de lo que esa demanda requiere”, explicó Burt en diálogo con Enfoque 800 por La Unión.
Indicó que a esto se le suma una crisis que están sufriendo los competidores, específicamente Argentina y Brasil, que hace que “la demanda de la carne paraguaya suba aún más de lo normal”.
Burt afirmó que en su sector comprenden la gravedad y seriedad de la situación, pero subrayó que el precio final al que la carne es ofrecida al consumidor ya no tiene atribuciones ni control