Ciertas maniobras permiten entablar una relación con un desconocido.Ganarse su confianza. Lograr que se sienta cómodo. El FBI lo sabe bien. Sus agentes utilizan diversas estrategias para lograr un vínculo estrecho con un testigo, un delincuente o hasta un potencial asesino. Se trata de conseguir una declaración, de que el interrogatorio se vuelva una charla entre pares.
Robin Dreeke, ex jefe del programa de Análisis de Conducta -que estudió las relaciones interpersonales por casi 30 años- detalló a la revista Time qué mecanismos ayudan a crear una conexión cercana con un interlocutor que no se conoce. Secretos que no solo son útiles para el FBI, sino que son extrapolables a todas las relaciones humanas.
1) No juzgar al otro
Hacer preguntas. Escuchar. Explorar los pensamientos y opiniones más recónditas de otras personas, pero nunca juzgarlas por sus puntos de vista, más allá de que contradigan nuestros pareceres.
“La estrategia número uno que mantengo constantemente en mi mente con todo el mundo con el que hablo es la validación sin juicio.La gente no quiere ser juzgada en ningún pensamiento u opinión que tenga o en cualquier acción que tome. Eso no significa que estés de acuerdo con alguien. La validación es tomar el tiempo para entender cuáles son sus necesidades, deseos, sueños y aspiraciones”, explicó Dreeke.
2) Suspender su propio ego
La mayoría de las personas se desespera por señalar cuándo el otro está equivocado para, de ese modo, sorprenderlos con su sabiduría, aunque no sea una actitud en la que convenga incurrir. “La suspensión del ego consiste en poner tus propias necesidades, deseos y opiniones a un lado“, sostuvo el especialista.
3) Cómo ser un buen oyente
Saber escuchar es una de las habilidades vitales a la hora de crear una conexión de confianza con un desconocido. ¿Cuál es el secreto para transformarse en un buen oyente? De acuerdo al ex agente del FBI, se debe dejar de pensar en lo que se dirá a continuación para enfocarse en lo que está expresando la otra persona. “Cuando pienso en mi respuesta, estoy escuchando a medias lo que me están diciendo porque realmente estoy esperando la oportunidad de contar mi historia”, puntualizó.
4) La mejor pregunta para hacer
“¿Qué clase de desafíos tuviste en el trabajo esta semana?”. Mostrar interés por las actividades del otro hace que se sienta importante.“Todo el mundo tiene desafíos. Hace que la gente comparta cuáles son sus prioridades en la vida en ese momento”, precisó Dreeke. A su vez, un pedido sincero de un consejo cuando ya la charla avanzó puede ser útil para fortalecer el vínculo inicial.
5) Cómo acercarse a un desconocido sin asustarlo
Según el especialista, la clave radica en expresar, en primer lugar, que se dispone de poco tiempo. “Cuando la gente piensa que te vas pronto, se relajan. Si te sentás junto a alguien en un bar y le decís: ‘Hola, ¿puedo comprarte una copa?’, sus escudos se elevan. Piensa algo así como ‘¿Quién sos, qué querés y cuándo te vas?’. Por eso, ‘cuándo te vas’ es lo que tenés que responder en los primeros segundos”.
6) El lenguaje corporal ideal
Las palabras deben ser positivas, libres de ego y juicio, pero también necesita de un lenguaje no verbal que lo acompañe:
-Sonreír. “Es una gran manera de generar confianza”.
-Cuando se habla, mantener el ángulo de la barbilla hacia abajo para que el interlocutor no sienta que “se lo mira por encima”.
-Para no intimidar, no hablar siempre de frente. Se recomienda estar levemente inclinado hacia su posición.
– Mantener las palmas arriba mientras se habla es otra de las recomendaciones. Quiere decir “estoy abierto a tus ideas”.
– Las compresiones de labios y cejas transmiten estrés. Se aconseja cada tanto arquear las cejas ya que es una muestra de interés hacia lo que dice el otro.
7) Cómo tratar con alguien en quien no se confía
¿Qué se debe hacer cuando se siente que alguien está usando estos métodos para tratar de manipular? De acuerdo a Dreeke, hay que preguntar en forma directa -aunque no hostil- cuáles son sus verdaderos objetivos en esa charla. “Siempre trato de aclarar los objetivos. Me detengo y digo: ‘Me estás lanzando muchas buenas palabras. Obviamente sos muy hábil en lo que estás haciendo. Pero lo que realmente me interesa… ¿Cuál es tu objetivo? ¿Qué estás intentando lograr?”.
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