El llamado efecto mariposa es un concepto físico-matemático de la Teoría del Caos. Un estudio en torno a las variaciones de diversos sistemas y sus consecuencias sin predicción a futuro o sin determinación en el pasado. Dicha rama determina y estudia cualquier pequeña discrepancia entre dos situaciones con una variación pequeña en los datos iniciales de una circunstancia determinada y un tiempo peculiar. En otras palabras, para hacerlo más claro, si en un sistema se produce una pequeña perturbación inicial, mediante un proceso de amplificación, podrá generar un efecto considerablemente grande a corto o medio plazo.
Según Edward Norton Lorenz, pionero de esta teoría, si se parte de dos mundos paralelos casi idénticos, pero en uno de ellos hay una mariposa aleteando y en el otro no, estos acabarán siendo muy diferentes. En el primero un aleteo puede producir un tornado y en el otro absolutamente nada.
Ahora, volviendo a nuestra primera enunciación, la más cercana al Sci-Fi, estas variaciones que rompen con el curso de un tiempo determinado pueden ocasionar graves consecuencias con su transcurrir mismo o volver a su trayecto después de un caos indefinido. Aquí es donde ingresa la Paradoja del Viaje en el Tiempo, alguna vez expuesta por el novelista francés René Barjavel y continuada por “El forastero misterioso”, bien expuesta por H.G. Wells. Predecesores a cientos de historias contemporáneas como “Terminator” y “Futurama”; pues justamente estas alteraciones caóticas parten de esos quiebres en el efecto mariposa y se han ilustrado por décadas en la imaginación humana que desea transformar el futuro a partir de modificaciones en el pasado.
Expliquemos este asunto con un caso hipotético que ha ejemplificado a la paradoja por años. Partamos del supuesto de que un hombre viaja a través del tiempo y mata al padre biológico de su padre biológico –su abuelo– antes de que éste conozca a la abuela del viajero y puedan formar una familia. Entonces, el padre del viajero y por ende, él mismo, nunca habrán sido concebidos; de tal manera, no hay viaje en el tiempo alguno. Al no viajar al pasado el abuelo por lo tanto no es asesinado, el hipotético viajero sí es concebido, el viaje al pasado posible, asesinar a su abuelo también, aunque no sería concebido, y así ad nauseam.
Entre las muchas soluciones y problemas que se han expuesto en la ciencia ficción están los casos de John Connor, Philip J. Fry y sus soluciones de retroceso cuántico o de líneas temporales relativas; sin embargo, ninguna dificultad tan seductora como la planteada en “La máquina del tiempo” y retomada en “El efecto mariposa” (2004), película de Eric Bress y J. Mackye Gruber. De acuerdo con Frank Tipler –profesor de física en Tulane– si alguien viaja al pasado se vuelve parte del pasado y por esto no puede cambiar ni el pasado ni el futuro drásticamente. Las cosas seguirían su curso inevitablemente.
Analicemos. Los actos que ocurren en el Universo son ineludibles y siguen su trayectoria a manera de destino; según opinan algunos investigadores y estipulan algunos escritores. Sucede exactamente lo mismo en todas sus líneas temporales, la chica que genera una obsesión en Evan Treborn, interpretado por Ashton Kutcher, se separa de él en cada uno de los viajes al pasado de éste y sus intentos por mantenerla cerca. La explicación es que, de haber evitado su muerte o haberla mantenido a su lado, nunca habría tenido un motivo para viajar en el tiempo, por lo que no la podría salvar o hacerle su novia, y entonces tomaría de nuevo la decisión de “ir por ella”. Pero al salvarla o haberle procurado una mejor vida no habría viajado en el tiempo y así hasta el absurdo. Por lo que esta chica debe, como conclusión narrativa y hasta cierto grado científica, no estar en su vida para no crear una paradoja y no terminar todo en la catástrofe conocida.
Así, tomando por fin a la película que nos concierne en este texto, debemos aclarar que aunque éste no sea un final totalmente convincente, sí es el más cercano a lo que en realidad pasaría de ser posible un salto en el tiempo. Existen tres finales alternativos a este filme, pero por supuesto fueron descartados ya que hubieran conducido a situaciones más complejas, infinitas o sin sentido en la trama.
Ve el siguiente video compilatorio para revisar entonces sus concernientes dificultades.
El primero, donde Evan se acerca a la chica de ensueño es, resumiendo, la peor decisión jamás tomada. Ésta significa un consciente retorno casi nietzscheano a la tragedia, ¿no se supone que toda la película intentó todo lo contrario?
El segundo, el cual es un poco más abierto y da lugar a la especulación, es también un paso tangible a la destrucción, ya que el simple hecho de seguirla significa un vínculo que podría reiniciar ese patrón ya superado en el resto de la cinta.
Por último, y quizá el desenlace más extraño y perturbador de los tres, Evan viaja en el tiempo hasta su alumbramiento para detener justamente este proceso y jamás haber arruinado la vida de su amada chica. Sí, se plantea un misterioso y ultrafantástico suicidio prenatal, totalmente a consciencia. No sabemos a quién se le ocurrió, pero siguiendo a Stephen Hawking esto es imposible, por no decir estúpido. Si se puede viajar en el tiempo para acabar con la propia existencia, ¿quién es el que decide quitarse la vida en ese bucle de múltiples posibilidades?
Con todo el análisis previo, que de hecho debería ser más exhaustivo si es que deseamos cruzar realmente al cine con una reflexión filosófico-científica bien informada, pero la extensión de este texto no lo permite, podemos decir con buenas razones que el final oficial de “Efecto mariposa” es el mejor posible y que sus versiones alternas no aportan nada valioso más que curiosidad o decepción. O por lo menos preguntas. Así como ¿Por qué la nueva película de ‘Alien’ no trata sobre aliens? y aquellas que abren las películas que debes ver para entender la ultraviolencia y la Inteligencia Artificial.
Cultura Colectiva