Buscar culpables de la situación política de nuestro país sería lo mas fácil; lo difícil es buscar la solución, por que a nadie conviene solucionar el desorden institucional que vivimos actualmente, la realidad es que nuestra “democracia” ha perdido fuerza debido al populismo manejado por gente de izquierda o de derecha, ambos son lo mismo, lo único que buscan es mantener la pobreza, la necesidad de la gente, es el voto que necesitan para mantenerse en el poder.
Paraguay está sin líderes que sepan resolver los problemas de la gente; se dedican a mentir , a hacer un populismo barato, pero la esencia de todos es mantenerlos “indignos” para manejarlos políticamente. Nuestra democracia está manejada por el egoísmo de los “lideres”, que se supone deben guiarnos, ¿pero cómo? si “estos” lo único que buscan es salvarse ellos mismos. Puedo citar mil ejemplos de egoísmos del poder, pero no es el tema de este escrito.
No podemos pretender salir del profundo pozo que estamos en este momento por que nuestros “Lideres” ni siquiera pueden manejar sus vidas y menos resolver problemas de estado. Estamos a inicios de campañas para elegir un presidente en el 2018, y las figuras que se asoman no nos dan ni una sola garantía de solución a la situación catastrófica que vivimos en estos momentos.
No se puede pretender administrar o dirigir un país si no se respetan las instituciones, hoy, nuestras instituciones democráticas han perdido el respeto de la gente, del pueblo, ya nadie cree en nada, por que la corrupción y el populismo se han encargado de destruir cualquier tipo de credibilidad y confianza. Nuestros políticos , los “lideres”, firman una cosa y por debajo de la mesaordenan otras cosas. Nuestros “lideres”, mandan a ocupar propiedades privadas y luego se esconden detrás de fueros impenetrables, todos los políticos vienen solo con la idea de “robar” y volverse millonarios para el resto de sus vidas. En 5 años todos buscan lo mismo: mantener al pueblo en lo mismo, en el abandono absoluto por la falta de funcionamiento de las instituciones de un estado de derecho o de una democracia real.
Por Celso Núñez.