“Esto significa una gran injusticia y discriminación, porque muchos (empleadores) aún tienen el preconcepto de que ‘el que tiene deuda va a robar’ o ‘el que tiene deuda es deshonesto’. Ese es un concepto errado. Hay gente con mucha deuda que jamás te va a tocar un guaraní y hay gente sin deuda que te va a meter la mano en la lata”, manifestó López Arce en diálogo con La Unión.
López Arce considera que el fuerte lobby que hicieron los bancos sobre la presidencia de la República influyó en la decisión de Mario Abdo Benítez. “Creo que fue mal asesorado, no escuchó al sector de los trabajadores”, afirmó.
Espera que el documento vuelva al Congreso y que allí sea ratificado en ambas cámaras, de modo a que entre en vigencia. “Hace 4 años que estamos intentando que esto llegue al Ejecutivo y la verdad que es muy triste que haya sido rechazado. Hay que empezar todo de cero”, expresó.
El objetivo del proyecto era que las personas con deudas accedan a una entrevista laboral y que las empresas que consideraran la morosidad como punto negativo hubiesen sido sancionadas.