Un niño con autismo se encierra en su propio mundo, no socializa y fácilmente se pone nervioso al punto de poder auto-lesionarse. Los compañeros ideales para este tipo de pequeños, son los canes adiestrados; el problema es el costo de los mismos y que no existen este tipo de animales en Paraguay.
Daniel De Paula es un bombero y adiestrador de perros que decidió aceptar el desafío y, luego de una larga búsqueda del cachorro ideal, descubrió a Lea. El hombre lleva adelante el entrenamiento de la perra que ahora tiene cinco meses y ha superado con creces las pruebas para convertirse en la compañera de un niño autista.
Lea será entregada de manera gratuita a su compañero cuando ella cumpla el año y medio. Ya está preparada para no saltar, ladrar ni morder jugando. “Para aclarar, no le sacamos nada ni le castigamos para lograr eso. Nosotros premiamos el silencio de Lea”, manifestó De Paula.