La violencia “macabra” alarma a Venezuela

Los analistas especulan sobre las razones para unos crímenes, que hay quien califica como “primitivos”, con hipótesis que van desde el narcotráfico y el envío de advertencias entre bandas criminales a razones pasionales, aunque todos coinciden en que están amparados en la impunidad.

En ninguno de los casos la policía científica ha anunciado la resolución del crimen y fuentes de la institución indicaron a Efe que las investigaciones de estos asesinatos están en curso por lo que no se pueden adelantar informaciones al respecto, aunque se pudo conocer que no hay vinculación entre los homicidios.

El primer caso ocurrió a mediados de julio en el oeste de Caracas. Un comerciante de origen portugués llamado José Enrique Maia Sardinha, de 38 años, que había sido secuestrado en su empresa cuatro días antes, apareció descuartizado.

Aproximadamente una semana después aparecieron varios bolsos en una urbanización del este de la capital venezolana con los restos de una persona que resultó ser el veterinario Simón Perdomo, de 22 años, asesinado en su casa, en el centro de Caracas.

El tercer caso es el de Yesenia Mujica, estudiante de Publicidad de 20 años, que salió a celebrar el fin de su primer semestre y no regresó a su casa. Al día siguiente fue hallado su cuerpo, por partes, en distintos puntos del oeste de la capital.

El ministro de Interior, Miguel Rodríguez, se refirió esta semana a estos homicidios y comentó que en Venezuela se están viendo crímenes con “modalidades macabras” que, aseguró, son “importadas, copiadas de otras latitudes donde las víctimas son descuartizadas por victimarios que actúan con muchísima saña”.

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