García afirmó que es atendible un mayor control de la venta “indiscriminada” de estos remedios.
Sin embargo, señaló que lo ideal hubiese sido que el tema sea debatido con mayor profundidad, ya que, por un lado, habría problemas en el expendio de estos medicamentos por parte de las farmacias y, principalmente, mencionó que no toda la población tiene posibilidades de acudir a un médico para las consultas, teniendo en cuenta la realidad económica de una gran cantidad de familias de nuestro país y la escasez de profesionales de la salud existente en muchos hospitales de distintos puntos del territorio nacional.
“Recibimos con mucha sorpresa. No estábamos informados de nada. La intención es buena, pero se tenía que haber discutido un poco su aplicación y darle participación a todos los interesados”, expresó García en comunicación con La Unión.