“Vivimos en una localidad que se llama Salsipuedes, que está en las afueras de Córdoba (a aproximadamente 40 kilómetros de distancia). Mi hijo tuvo varias intervenciones quirúrgicas por algunas complicaciones cardíacas y en su diafragma. Podemos tocarlo, estar en contacto con él, no podemos más que darle un beso pero con barbijo y con equipos de bioseguridad”, dijo Iván Calel, padre de Lihuel, en contacto internacional con Cada Siesta por La Unión. Acompaña el tratamiento de su hijo junto con la madre, de nombre Verónica.
Destacó que el Hospital de Niños de Córdoba es público y es uno de los mejores de Argentina. “No pagamos absolutamente nada, todo lo cubre el gobierno de Córdoba”, resaltó, afirmando que es el traslado diario hasta su casa lo que les complica económicamente, por lo que decidieron quedarse a esperar la recuperación de su hijo.
“Un amigo que tiene una concesionaria nos prestó un vehículo desde el día uno para que podamos estar cerca de mi hijo”, aseveró Iván, señalando que dentro del móvil es donde esperan la recuperación.
“Nosotros en la familia tenemos un lema, que es tener fuerza, fe y paciencia”, expresó.