La joven embarazada que fue hallada muerta este sábado en una cuneta en Moisés Bertoni, Caazapá, había sido asesinada el 10 de febrero pasado. Los imputados son su expareja de 34 años –que no quería reconocer al hijo- y el sobrino, explicó la fiscal del caso Laury Vázquez.
La mujer salió de su casa por engaño. Con la promesa de formar una familia juntos y conseguirle trabajo, el exnovio de la menor de 17 años, la habría sacado de su hogar para luego matarla. “Ella juntó sus pertenencias: ropas estudios médicos y estaba muy entusiasmada con el embarazo”, relató Vázquez basándose en el testimonio de los hermanos quienes afirmaron que vivía con ellos pero el sábado 10 de febrero no amaneció en su casa.
El principal sospechoso se encuentra detenido, mientras que el sobrino presunto cómplice en el asesinato, está con paradero desconocido, informó la fiscal.
La mujer falleció por un desprendimiento cervical. A la menor de 17 años le faltaban el útero y el ovario. Los médicos forenses encontraron un orificio de más de 10 centímetros en la parte de atrás del cuerpo, de donde le habrían arrancado las partes mencionadas y el feto.