Bolsonaro ha sido visto en días recientes sin máscara, en medio de multitudes que protestaban contra el Congreso y la Corte Suprema. También ha visitado pastelerías y kioscos de comida, atrayendo a grupos de seguidores y curiosos.
En el distrito federal de Brasil rige la norma de que todos deben vestir la mascarilla protectora en público para evitar la diseminación del coronavirus, o de lo contrario deberán pagar una multa equivalente a 390 dólares.
El juez Renato Coelho Borelli le ordenó a Bolsonaro ponerse tapabocas, afirmando que el mandatario “ha expuesto a otras personas al contagio de una enfermedad que ha estremecido a la nación”.
Bolsonaro le ha restado importancia al COVID-19 y ha insistido en que el impacto económico causado por el cierre de negocios será peor que lo que pueda generar el virus. Hasta el momento, más de 51.000 personas han muerto a causa de esta enfermedad en Brasil.
Con información de The Associated Press.