Entre los cambios más importantes se encuentran las modificaciones realizadas al Impuesto a la Renta Personal (IRP), separándose las rentas de capital de las prestaciones de servicios personales, según explicó Óscar Orué, viceministro de la SET. Así mismo, se aplicarán tasas progresivas de entre 8% y 10% de acuerdo a la renta neta de trabajo.
“Es mucho más justo y mucho más equitativo este nuevo sistema de impuesto a la renta personal”, resaltó Orué en diálogo con La Unión.
En el mismo sentido, señaló que entrarán en vigencia cambios en el impuesto a los dividendos y utilidades (IDU), el impuesto selectivo al consumo (ISC) y el impuesto a la renta de no residente (INR).
Así mismo, otra modificación del IRP guarda relación con la exclusión de los aportes jubilatorios descontados al contribuyente.