Los proyectiles fueron disparados contra la base aérea al Asad en Irak, que alberga a las fuerzas de Estados Unidos. El ataque sería una represalia de Irán por el asesinato del general Qasem Soleimaní, informaron medios de EE.UU.
Jonathan Hoffman, portavoz del Pentágono, afirmó en un comunicado que todavía no está claro si hubo víctimas y precisó que el ataque, una posible represalia por el asesinato del general Qasem Soleimaní, se produjo contra las bases de Al Asad y Erbil.