Tras 13 años de desencuentros, el pacto de Viena entre los negociadores iraníes y sus pares de EEUU, Rusia, China, Reino Unido, Francia y Alemania despertó en la República Islámica una sensación de satisfacción, particularmente entre los sectores moderados y reformistas.
Por otra parte, el presidente de EEUU, Barack Obama, advirtió hoy al Congreso de su país que vetará cualquier proyecto de ley que impida la aplicación del acuerdo entre las potencias mundiales e Irán sobre el programa nuclear iraní.
“No tener un acuerdo significa una mayor probabilidad de que haya más guerras en Oriente Medio”, alertó Obama a los legisladores.