Tras la crecida de Río que inició este mes -y seguiría hasta febrero- los pobladores de los bañados y las zonas costeras de Asunción salieron de sus hogares por fuerza mayor. Los afectados están en busca de refugios y a pesar de que la Dirección de Hidrología advirtió sobre la inundación “nadie hizo nada” al respecto.
“Hay más familias que tienen que salir y asegurar los refugios”, manifestó María García, coordinadora de cobañados, explicando que la Secretaría de Emergencia Nacional no repartió suficientes chapas, terciadas y puntales para las familias en situación de calle. “Algunas familias aún no cuentan con la asistencia básica para poder construir sus casitas”, agregó.
La activista, lamentó que el Gobierno y los pobladores sabían de esta crecida y no previeron ni planificaron una solución, comprendiendo que los hogares iban a ser alcanzados por el río. “Según la gente de hidrología se había previsto esta lluvia en enero, pero nadie hizo nada”, sentenció García. “Esto no es una cuestión de sorpresa, se sabía que en enero iba a subir el agua”, concluyó.