“En temporadas de frío se consume alimentos muy calóricos, puro carbohidratos, poca agua, poca fibra; esto genera como consecuencia estreñimiento, deshidratación y no se mantiene la temperatura corporal”, describe la nutricionista, la licenciada Claralina Mendoza, encargada del Proyecto de Comunidades Saludables, del Departamento de Prevención y Control de Factores de Riesgo, dependiente de la Dirección de Vigilancia de Enfermedades Crónicas No Transmisibles del Ministerio de Salud.
La tecnóloga de alimentos, no desaconseja la ingesta de carbohidratos como los panificados, la papa, el arroz y el fideo, más bien pide que el consumo se realice con moderación, en porciones. “Panificados pueden consumirse en el día entre dos a tres porciones”, señala. Una porción consta de dos rodajas de pan, cada porción contiene 15 gramos de carbohidratos. Esto puede consumirse diariamente con el desayuno y la merienda, y si lo prefiere incluirlo también en la cena. Si la persona no come pan, refiere puede sustituirlo por una porción de arroz, papa o pastas.
En tanto que las facturas, masas y tortas pueden ingerirse solo hasta dos porciones en la semana, sin abusar. La porción debe ser equivalente a 100 gramos o al tamaño de la palma de la mano. Cada 100 gramos contiene 45 gramos de hidratos de carbono. En el caso de los diabéticos está permitido solo si la masa o torta está hecha con edulcorante y contiene fibras (semilla de lino, avena, u otros), cuidando siempre la porción.
Cabe destacar que el sobrepeso y la obesidad son factores de riesgo para el incremento de la presión arterial y la ocurrencia de enfermedades crónicas no transmisibles como el caso de la diabetes, cánceres y complicaciones a la salud, por lo que se recomienda mantener una alimentación saludable y la práctica regular de actividad física para mejorar y mantener la salud.