La mayoría de los chicos ingresados al centro asistencial sufre quemaduras con agua o cocido caliente, como consecuencia de un descuido de las personas adultas. Otro porcentaje suele quemarse tras entrar en contacto con fuego directo del brasero.
Esta situación es un llamado de atención a la ciudadanía para que tome todas las precauciones, puesto que gran parte de los episodios de quemadura ocurre en el hogar, puntualmente en el sector de la cocina.
Desde este centro especializado del Ministerio de Salud, reiteran que las quemaduras son totalmente prevenibles, y que las personas al cuidado de niños deben tomar medidas preventivas, entre ellas:
1. Si se va a utilizar braseros, éstos deben ser colocados en un rincón y con protección. No se debe dormir con el brasero encendido.
2. Para cocinar, optar por el uso de las hornallas ubicadas hacia atrás.
3. Los mangos o asas de las ollas y sartenes deben mantenerse hacia adentro.
4. La garrafa debe ser puesta en la parte externa de la casa.
5. Servir los alimentos tibios.
6. Evitar mantener a los niños en brazos mientras se manipulan líquidos calientes o cuando se está cocinando.
7. Para bañar al niño, colocar primero el agua fría en la bañera y luego entibiarla con el agua caliente.
8. Evitar conexiones eléctricas clandestinas, pueden ser mortales y dejar secuelas de por vida.
9. Mantener los enchufes tapados con los muebles como medida para impedir que los niños los manipulen.
10. Evitar el uso de prolongadores y la sobrecarga de enchufes de corriente.
11. Proteger los focos con pantallas fijas y, de preferencia, no colocar lámparas de velador en la pieza de los niños.
12. Apagar fogatas con agua. La arena no sirve para este efecto.
13. No dejar a los niños solos en la casa o en la cocina sin supervisión de un adulto. (En su curiosidad, buscan tocar, experimentar. Tocan la olla que está en el fuego para ver qué hay y, a raíz de esto, el contenido caliente cae sobre su cuerpo, produciendo serias consecuencias).