Parece una exageración, pero probablemente no lo sea. Rosa, la dueña de un local de ropa ubicado en Parque Luro, en la ciudad de Mar del Plata, asegura que en una década sufrió 70 robos. Y que, harta de trabajar para los ladrones, decidió cerrar las puertas del comercio para siempre.
La drástica medida puede verse reflejada en la vidriera de “Sol”, su negocio de la avenida Carlos Tejedor al 700: “Me voy. Vendo todo. Me cansé que me roben”.