La mujer se había entregado en la Comisaría de Mariano R. Alonso, aunque el hecho ocurrió en la ciudad de Lambaré, Barrio Valle Apua, donde ambos convivían. El hombre era de profesión chófer y la mujer, cocinera. Según la mujer explicó inicialmente, se había producido una discusión, ínterin en que ella tomó un cuchillo e hirió a la víctima.
Tras entregarse, fue convocada por la fiscal interviniente a fin de prestar declaración indagatoria, pero la misma se abstuvo de declarar. También se ordenó la inspección clínica de la mujer para comprobar rastros de defensa o de violencia física de actual o larga data, no encontrándose rastros de tales circunstancias.
En la inspección del cuerpo de la víctima hecha por el médico forense se constató que el hombre no opuso resistencia y tampoco opuso defensa, por lo cual la mujer fue imputada. Es decir, se aprovechó de su indefensión. Según el médico forense la mujer le aplicó un corte de 20 cm por presión que penetró el cuchillo, aprox. 10 cm cortándole completamente la aorta y la carótida.
Además, se registraron otros cortes a la altura de la mejilla, otro en el pómulo y otro en el cuello a la altura de la nuca.
Igualmente, se tomaron muestras de las uñas a los efectos de constatar material orgánico en ellas para comparar luego con análisis de ADN. Se tomó también muestras de sangre que tenía alojado entre la frente y el cuero cabelludo para análisis.
Según las investigaciones, la mujer cometió el hecho, le puso una almohada a la víctima y le acostó en el suelo, esperó un largo tiempo con el cuerpo hasta que según ella la víctima dejó de respirar, esto significa que la mujer no procuró auxiliarlo. Se bañó, limpió el cuchillo tipo carnicero, llaveó la habitación y se fue a Mariano R. Alonso, a la casa de un familiar a quien contó lo sucedió. El mismo le recomendó que se entregue.
En la comisaría de Mariano contó lo sucedido y facilitó la llave de la habitación para su ingreso.