“A nosotros en primer lugar nos preocupa el concepto de crear más impuestos”, expresó en comunicación con La Unión, apuntando que los vehículos directamente afectados por el pretendido “impuesto al consumo” serán las camionetas, que en su mayoría son de 3.000 cm3 y 3.500 cm3.
“De 3.000 cm3 tienen Ford, Toyota, Volkswagen. Si no es del MERCOSUR, pagan aranceles de más del 12% y ahora va a pagar otro 10% más si es que se aprueba la ley del consumo”, dijo Servín, afirmando que, según considera, el Gobierno pretende “gravar el lujo”. Sobre el punto, señaló que camionetas de lujo son las que poseen carrocerías “cerradas”.
Aclaró que estarían a favor de una propuesta de incremento de impuestos “si se acuerda en ordenar el impuesto a la renta y algunas cuestiones que hay que modernizar”.
En contrapartida, Servín mencionó que el sector que importa vehículos usados, especialmente los provenientes de Japón vía Chile (conocidos folclóricamente como ‘chileré’), mueve alrededor de US$ 11.000 millones al año en negro. “Eso es casi el 30% del PIB nuestro ¿Entonces por qué no tratamos de incorporar más gente (al sistema) en lugar de cobrar más impuestos a la misma gente?”, criticó el vicepresidente de CADAM.