Casi el 10% de los niños nacidos anualmente en los países desarrollados lo hace de forma prematura.
La obesidad, la diabetes, la presión arterial y el tabaquismo son factores de riesgo que pueden desencadenar un parto precoz, al igual que la maternidad adolescente, los partos múltiples y el historial genético de la mujer.
Debemos dar a todos los niños y las niñas la oportunidad de sobrevivir y prosperar. La sociedad debe demandar y el estado proveer una atención de calidad: condiciones de seguridad durante el parto, nutrición adecuada para comenzar la vida, soluciones sencillas como la permanencia de los padres durante la internación y vacunas para proteger a los niños contra las enfermedades infecciosas.