Hillary Clinton finalmente pudo cantar victoria tras ganar en al menos 3 de 6 primarias en disputa y se imponía en California, en el último “Supermartes” de la carrera presidencial demócrata en Estados Unidos. Con ello, aseguró su nominación y se convirtió en la primera mujer en la historia del país en ser la candidata oficial de uno de los dos principales partidos políticos.
La intervención de Clinton en Brooklyn, Nueva York, se produjo después de que los datos preliminares le dieran la victoria en las primarias celebradas en el estado de Nueva Jersey.
El presidente estadounidense Barack Obama felicitó a Hillary Clinton por haber ganado las primarias del partido Demócrata a la Casa Blanca, y se reunirá con su rival Bernie Sanders. “El presidente felicitó a ambos candidatos por dirigir campañas inspiradoras que han energizado a los demócratas, trajo a una nueva generación de estadounidenses al proceso político y puso el foco en importantes ideas”, dijo el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, en un comunicado.
Después de que el himno de Estados Unidos fuese entonado en directo y de proyectase un vídeo simbólico del triunfo de una mujer, Clinton subió al estrado. Visiblemente emocionada, agradeció el apoyo de todos y se remontó a la Convención de Seneca Fall de 1848 cuando por primera vez se habló de los derechos de la mujer en Estados Unidos. “La victoria de hoy no es de una persona pertenece a generaciones de hombre y mujeres”, que han hecho posible este momento, dijo ante una audiencia entregada. “Gracias a vosotros, hemos alcanzado un hito histórico”.
Durante casi 20 minutos, Clinton trazó su hoja de ruta hasta las elecciones de noviembre. Por un lado, felicitó a su rival Bernie Sanders por la “extraordinaria campaña” que ha realizado y que “ha sido muy buena para el partido demócrata y para EE.UU”; es hora unir al partido con la vista puesta en la convención de Filadelfia y de pensar más en “lo que nos une que en lo que une”, dijo la ex secretaria de Estado en su tierra de adopción.
También insistió en la idea de que el candidato republicano Donald Trump no “encaja temperamentalmente” para ser presidente de EEUU. Según Clinton, el empresario va en contra de todo aquello por lo que se ponen en pie los estadounidenses