A más de tomarse el tiempo para armar la maleta, buscar hoteles y programar los destinos, existe la necesidad de tomar las debidas precauciones, tal como consultar al médico antes de viajar o que sus hijos, e incluso usted, tenga las vacunas requeridas para ingresar a su punto de llegada.
Piense en el peor de los casos y no asuma que la aerolínea u hoteles tendrán cualquier cosa que se le haya olvidado. Trata de llevar un analgésico, un medicamento antidiarréico, antiácidos y cualquier otro medicamento que podría necesitar, según recomendaciones de su médico de cabecera.
Antes de viajar descanse lo más que pueda. Si se puede, hasta debe pedir un día libre para prepararse para el viaje. El cansancio puede aumentar progresivamente y hacer que hasta un pequeño resfriado se vuelva algo más grave.
Todos los medicamentos recetados se pueden llevar a bordo en el equipaje de mano; los medicamentos líquidos, en forma de gel o aerosol están eximidos de la regla de tres onzas (unos 800 gramos). Etiquete todos los frascos y envases de medicamentos y manténgalos accesibles para ayudar a los funcionarios, durante el proceso de control de seguridad.
Si va a viajar a zonas de riesgo, recuerde que existen alertas vigentes emitidas por el Ministerio de Salud Pública de nuestro país, así como de organismos internacionales. Es así que en Brasil, por ejemplo, existe un brote importante de Fiebre Amarilla, la cual se constituye como una patología de notificación internacional inmediata según normativas del Reglamento Sanitario Internacional y del MERCOSUR.
Los gobiernos deben notificar de manera urgente a la OPS/OMS y países vecinos el primer caso importado o autóctono de fiebre amarilla en una zona sin casos anteriores.
Siguen vigentes las recomendaciones para viajeros a destinos donde existe transmisión activa de este virus y a aquellos que retornan o transitan por las áreas con circulación activa, no exponerse a picaduras de mosquitos; consultar al centro asistencial en caso de que aparezcan cuadros.
La fiebre amarilla es una enfermedad vírica aguda, hemorrágica, transmitida por mosquitos infectados. El virus es endémico en las zonas tropicales de África y América Latina.