El jefe policial Hans Peter Doskozil dijo que el camión tenía placas húngaras. El estado de descomposición de los cadáveres dificultaba obtener la identidad y el número exacto de migrantes, pero podría haber hasta 50.
Doskozil dijo que el camión aparentemente fue abandonado el miércoles con la puerta trasera abierta para que se vieran los cadáveres.
La policía exhortó a la prensa reunida en la escena como a 40 kilómetros (25 millas) al sureste de Viena de alejarse del vehículo, un camión blanco refrigerado con imágenes de alimentos en él.
La ministra de Interior Johanna Mikl-Leitner condenó a los traficantes. ?Los traficantes de humanos son criminales?, dijo en una declaración. ?Aquellos que todavía piensan que son amables ayudantes de refugiados están más allá de la salvación?.