“Dentro de todos los cajeros hay ‘computadoras’, por así decirlo, que requieren de refrigeración, por eso tienen una rejilla de ventilación a un costado. Cortando esa abertura puede accederse a la CPU que maneja el hardware del cajero”, comenzó explicando Gustavo Mora, gerente del BNF, en diálogo con La Unión.
En ese orden, dijo que los delincuentes, una vez llegando a la CPU, proceden a desconectarla de su sistema y, a su vez, la conectan a una computadora portátil con un hardware similar, a través de la cual dan instrucciones y simulan transacciones con tarjetas, dispensando así el dinero, de G. 1.500.000 a G. 3.000.000 (monto máximo), repitiendo la acción tantas veces como deseen.
Uno de los cajeros de donde se robó el dinero está ubicado al costado de la sede del Ministerio de Industria y Comercio, en el barrio Villa Morra de Asunción, y otro, en Lambaré.
En ese sentido, afirmó que ya tienen identificadas a las dos personas que cometieron estos hechos, quienes quedaron en evidencia gracias a las imágenes de circuito cerrado de los cajeros.
Mora reconoció que estos cajeros tienen una vulnerabilidad, por lo cual están planeando cambiar los modelos de cajeros utilizados por la banca estatal.