“Sea o no temporada, igual siempre voy hacia la zona de la Costanera para vender. Siempre entro a la playa, pero esta vez no pude”, criticó “Chipa Itapúa” en diálogo con La Unión, mencionando que uno de los guardias del sitio innecesariamente “me maltrató muchísimo”.
El hecho ocurrió ayer por la tarde, cuando Martínez se disponía a ingresar a la playa para vender el restante de lote de chipas diarias que ofrece en el casco céntrico y barrios circundantes de Encarnación.
Ante lo sucedido, ahora el “Chipa Itapúa” solicita que las autoridades le otorguen un espacio de tiempo diario para que pueda vender sus productos en la playa San José.
Afirmó que en compañía de su esposa, Elisa Núñez, prepara las chipas que sale a vender, por lo cual la suspensión de sus actividades comerciales en la costanera de Encarnación le provocarán pérdidas económicas.